Todo comenzó con un cuento y una regadera muy misteriosa.
Así se inspiraron los Dolfinim y decidieron investigar… ¿de dónde salen las plantas?
Para eso pusieron… ¡manos a las semillas!
Adentro de unas bolsitas prepararon una cunita de algodón húmedo, pusieron semillas que habían juntado, las cerraron y… ¡listas las germinaciones!
Y para que la experiencia sea más interesante, pusieron una de ellas cerca de la luz del sol y otra en un lugar oscuro. ¿Crecerán igual?
Ahora… a esperar, a observar y registrar…
¡Veremos, veremos y en unos días, lo sabremos!