Iom HaShoá veHagburá, paradigma del hombre
Estamos transitando días dificiles del calendario judío. Iom HaShoá veHagburá nos invita a detenernos en el tiempo y mirar hacia atrás; y no estamos hablando de hace 3500 años (como festejamos recientemente en Pesaj). Menos de 100 años pasaron del horror.
Una pregunta recurrente que me hago es: ¿Qué enseñanza nos deja el recuerdo de la Shoá? ¿Podemos cambiar el mundo a través de ese recuerdo?
Cada año, cada día estoy más convencido en la respuesta.
La Shoá nos muestra el paradigma del hombre:
Por un lado, la Shoá nos dio a conocer un hombre mezquino, autoritario, prejuicioso, que odiaba a quien no se le pareceiera e incluso justificando su desaparición física.
Pudimos conocer una criatura que puede llegar a lo más bajo, matando a millones de seres humanos, sólo por ser parte de un pueblo (muchos sufrieron y murieron incluso sin ser judíos).
Pero por otro lado y al mismo tiempo, tan contradictorio como lo es el Hombre mismo, miramos hacia atrás y encontramos seres profundamente comprometidos con su prójimo; gente que ayudó (como los Justos entre las Naciones) sin pedir nada a cambio, que lo arriesgó todo por mantener vivo el pensamiento de que somos la joya de la Creación divina, para dejar bien claro que el Bien no había desaparecido y que había esperanza en el futuro del Hombre.
Hoy 75 años después del Levantamiento del Gueto de Varsovia, día que conmemoramos Iom HaShoá veHagbura, tomémonos algunos instantes para el recuerdo, pero también para elegir qué paradigma queremos seguir. Qué clase de Hombre seremos y qué le transmitiremos a nuestros hijos.
“Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”
Moré Eliezer Marcoff