Parashat Shoftim
13 agosto, 2021
Parashá Shoftim es una sección que nos presenta cómo debe funcionar una sociedad sana. Celebres frases de nuestra tradición aparecen aquí, como las mismas palabras iniciales de “Shoftim ve shotrim…”, “Tzedek, tzedek tirdof…” etc. Sin embargo, quisiera poner atención a los siguientes psukim del capítulo 17
(Devarim 17:8- 10) Si un caso es muy difícil para que lo decidas, sea controversia u homicidio, ley civil, o asalto – temas de disputa en tus cortes – te dirigirás rápidamente al lugar que Ad’i tu D’s habrá escogido y te presentarás ante los cohanim de leví, o al magistrado a cargo en ese momento, y presentarás tu problema. Cuando te anuncien el veredicto del caso, cumplirás lo que se te diga en ese veredicto que se te anuncie desde ese lugar que Ad’i escogió, observando escrupulosamente todo lo que se te instruyó.
(Devarim 17: 14-15) Si, después de entrar a la tierra que Ad’i tu D’s te asignó, tomado posesión de ella y asentado, decides, “Pondré un rey sobre mi, como el resto de las naciones”, serás libre de poner un rey sobre ti, uno escogido por Ad’i tu D’s. Asegurate de poner por rey sobre ti uno de tu propio pueblo; no pondrás a un extranjero sobre ti, uno que no es de tu pueblo.
De estos psukim, en el primer caso, se nos enseña que aquellos encargados de impartir justicia, especialmente en los casos más complejos, requerirán de una inspiración divina, motivo por el cual el Sanhedrín de hecho se ubicaba en el Templo de Jerusalén, a modo de encontrar esa inspiración que se ordena en esta sección.
En el segundo caso, vemos que el pasuk 15 es de hecho contradictorio: TU serás libre de poner un rey… ¡pero escogido por D’s! ¿Quién escoge al rey finalmente? Para hacerlo más complejo, TU debes asegurarte de poner por rey a alguien de tu pueblo… ¿Pero no lo escogía D’s?
Confieso que en mi búsqueda a través de los comentaristas no encontré alguien que trate esta contradicción, lo que me motivó a darle una respuesta a la misma, aunque sea de modo temporal. A mi parecer, por la cercanía entre los primeros psukim y los segundos, donde se encuentra la contradicción, la Torá nos enseña en el primer caso que la justicia debe estar influida por la inspiración divina, que incluso aquello que parece cotidiano y normal puede ser un llamado a reconocer a D’s detrás de la situación, y que corregir aquello que nos parece cotidiano y normal es también un paso para lograr la visión de corregir el mundo bajo el mandato de D’s. Y en lo tocante al segundo grupo de psukim, la Torá nos hace un llamado a reconocer nosotros también que la elección de nuestros líderes es un llamado a corregir el mundo: Aquel que deseamos por líder ¿Es una persona correcta, o es de dudosa reputación? ¿Es una persona que persigue la justicia o que persigue el beneficio personal? ¿Servirá a D’s o a si mismo? ¿Perseguirá la justicia como algo bueno en sí mismo, o la utilizará del modo que le convenga? ¿Es temeroso de D’s como para encontrar inspiración de su conducta en Él, o se deja llevar por sus impulsos y pasiones? En lo personal, ese es el sentido que veo detrás de la contradicción. En palabras similares a las de Heschel, D’s escoge al hombre, pero no siempre el hombre escoge a D’s. Por ello, nosotros somos los llamados a escoger aquel camino que nos inspire a que por medio de manos humanas se corrija el mundo bajo el mandato divino.
Shabat Shalom umeboraj.
Daniel Aarón Cuper S.
Seminarista Bet Jai