Resumen Parashat Lej – Lejá
27 octubre, 2017
Una de las preguntas que preocupa a los comentaristas es “¿por qué fue elegido Abraham?Una de las preguntas que preocupa a los comentaristas es “¿por qué fue elegido Abraham?
Hay una corriente de pensamiento, que expresando una gran sensibilidad al texto y al propio viaje espiritual de Abraham, cree que primero fue Abraham que eligió a Dios. Y en consecuencia un midrash enseña; “Rabi Isaac contó la parábola de un hombre que estaba viajando de un lugar a otro cuando vio una mansión en llamas. Se preguntó: ¿es posible que la mansión no tenga nadie que la cuide? En ese momento el dueño de la mansión miró hacia fuera, lo vio y dijo: ¡Yo soy el dueño de la mansión! Del mismo modo Abraham se preguntaba: ¿Es posible que el mundo no tenga alguien que lo cuide? El Santo Bendito miró hacia abajo lo vio y dijo; ¡Yo soy el Dueño del mundo!” (Génesis Rabá 39:1)
Abraham, como patriarca de la nación israelita, es en primer lugar un hombre de visión sensitiva. Ve las cosas en forma distinta de la que los que lo rodean. En lugar de dejarse seducir por la cultura idólatra en la que se encuentra inmerso, mira más allá hacia un creador – le extiende la mano a Dios; en efecto es Abraham que elige a Dios antes que Dios elija a Abraham. De todos modos, este hecho cobra vida más dramáticamente a medida que continuamos leyendo en Génesis, capítulo 13. Una vez que Abraham retorna de una breve estadía en Egipto se nos dice que tanto él como Lot se convierten en personas acaudaladas – Sus pastores comienzan a pelear entre sí. Como magnánimo conciliador Abraham se dirige a su sobrino y lo insta a poner fin a las riñas. Explica que toda la tierra está ante ellos. Y lo exhorta a escoger primero la parte que desea. La Torá relata: “Lot entonces alzó sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era bien regada…Y Lot eligió para sí toda la llanura del Jordán y partió Lot hacia el oriente de manera que se separaron el uno del otro. Y Abraham habitó en la tierra de Canaan; y Lot habitó en las ciudades de la llanura y siguió plantando sus tiendas hasta Sodoma.” (Gen. 13:10-12)
Este episodio es revelador. Primero notamos el absoluto desinterés de Abraham al darle a su sobrino la primera elección de la tierra. En segundo lugar ¿cómo toma Lot su decisión? El texto dice explícitamente “entonces alzó sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de regadío.” Lot juzga en virtud de lo que ve en la superficie; No explora más profundamente. Y de este modo, en una lectura rabínica del texto, éste se convierte no solamente en una separación de caminos física, sino también en una separación espiritual. Rashi, el prolífico comentarista medieval, cita el Midrash “se alejó del Creador del Universo diciendo, ‘No quiero ni a Abram ni a su Dios.’”
Nosotros, en la época moderna, nos guiamos tanto por las apariencias – la altura, la esbeltez, la vestimenta y los accesorios; y juzgamos basándonos en estas cosas exteriores – a menudo como Lot, sin mirar más profundamente. ¿Qué es mirar a un ser humano como la Divinidad? Es mirar su corazón – es mirar su alma, su intelecto, la completud de la persona. Se trata de mirar hacia adentro y hacia arriba y evaluar las distracciones de la vida moderna, para saber que elegir. El Baal Shem Tov enseñaba, “Repleto está el mundo de resplandor espiritual, repleto de sublimes y maravillosos secretos. Pero una pequeña mano tapando la cara esconde todo,al igual que una pequeña moneda sostenida contra la cara puede bloquear la ubicación de la luz infinita.
Shabat Shalom Rab. MATHEW BERKOWITZ